UN NUEVO AMANECER
“El pasado es un prólogo”. William Shakespeare
Si al mirar atrás hay más satisfacciones que reclamos, probablemente sea una señal para vanagloriarnos, pero nunca para renunciar a nuevas intenciones, nunca para dejar de mirar con ilusión lo que ha de venir, nunca para dejar de imaginar ni mucho menos para ser amigos de lo rutinario.
El primer asomo del sol en el nuevo año trae consigo la potencialidad de ver todo mejor de lo que es. Así, nuestras creencias guían las mejores decisiones para calmar las olas agitadas por el viento de los viejos paradigmas. Es entonces cuando podemos instruir desde lo que nos sucede, desde la Fe, para remontar el vuelo sin que haya lugar al cansancio y, en cambio, sí para aprobarse y descubrir lo bueno.
Ese nuevo amanecer insinúa que es el instante preciso para vaciar emociones y disponernos a recuperar una vez más el orden para dar un viraje y cambiar el sentido de las cosas. Es también una excusa maravillosa para redirigir la energía a lo verdadero, contando siempre con aquellos que nos han acompañado de corazón a través de los años. Es, igualmente, momento de realizar autoevaluaciones y aprender que lo que está por venir está ya inscrito en nuestros sueños. También para convertir los escollos y los tropiezo en la mejor catapulta hacia los genuinos aprendizajes.
El nuevo amanecer viene con una luz radiante para restaurar y reconstruir en búsqueda de grandes realizaciones y negociar así con la vida cotidiana para volver al Ser que somos y ordenar los pensamientos, las palabras y los sentimientos. Así nos damos cuenta de que podemos renovar el contrato de la existencia con nuevas cláusulas que incluyan la diversión y la alegría como factores prioritarios. No más promesas que por lo general quedan en el olvido. Sí más acuerdos para renunciar a lo trivial y lo ordinario. Sí más reflexiones, hasta comprender que somos producto de ese “Yo” que hemos diseñado. Sí más motivaciones y sí más guías que nos conduzcan hacia lo prioritario. Sí más conocimientos para compartir. Sí más contacto con el Sol interior para restablecer conexiones con lo Divino y lo Excelso. Sí más magnetismo en el corazón para restaurar la armonía y permitir la afluencia del Alma. Sí más poder para servir y entregar mucha paz, consuelo y serenidad.
Que el amanecer del nuevo año incluya gozo, coherencia y corrientes de amor. Que la Voluntad Mayor este siempre a nuestro lado. Que todos podamos sanarnos para volver a ser una sola humanidad enfocada en ser mejores cada día…
Alejandro Posada Beuth