DESAFÍO
“El desafío no es ser diferente, sino consecuente” Joan Jett
Los retos crean nuevas competencias y habilidades que hacen que la vida sea una conquista continua y dinámica. Cada día es puesta a prueba nuestra capacidad creativa e innovadora en procura de un perfeccionamiento mayor. Múltiples desafíos que evitan la rutina y la anquilosis hacen que la aventura de la existencia se alimente de sorpresas para que, al desprender las hojas del calendario, siempre haya algo por descifrar y tratar de encontrar respuestas incluso en tiempos de crisis.
Pero en el plano de lo humano, el desafío no está simplemente en competir o en sacar ventaja frente al otro, sino más bien en armonizar corazón y cerebro para poder rescatar valores como la gratitud, el cuidado mutuo o la coherencia. Es aligerar las cargas, pensar que aquello que luce como infranqueable es posible, liberar el tiempo y el agobio para volver a confiar. Es también superar el separatismo desde la sabiduría, observar desde la quietud, dominar el pensamiento y disipar el odio.
Para esto es necesario volver a dibujar esperanzas, viajar a través de lo insondable, enfrentarse a los recuerdos con la espada que vence las nostalgias y añoranzas, despertar al niño que llevamos dentro para retirar fronteras y ser testigos del milagro del presente, morir a la rigidez de los esquemas, escuchar la voz de los amantes en la metáfora que derrama las emociones, quedarse dormido contemplando estrellas para emerger al alma, reavivar el fuego y permanecer inalterables ante las provocaciones para encontrar la noble verdad del sendero que conduce a la cesación del sufrimiento y al encuentro con lo ético y las rectas acciones.
El desafío está en reemplazar los deseos por aspiraciones, en cambiar la posesividad y el vacío de la soledad, por la seguridad de la verdad. De igual manera en recordar que el sol brilla siempre y acompaña nuestras propias sombras y que podemos escuchar toda la sinfonía y no tan solo un instrumento. De nosotros depende soltar los apegos y los miedos e ir en búsqueda de la auténtica riqueza que nos permite compartir aún aquello que parece esencial y re-significar así todos nuestros haberes.
Ese gran reto está en comprender que las creencias limitantes nos llevan a sentir hambre aun teniendo en frente el banquete de la vida.
Que sea el momento para asumir el desafío desde la humilde actitud de quien está dispuesto a seguir asombrándose para darle paso a la sublime inspiración…
Alejandro Posada Beuth